Plaza del Pueblo
Piazza del Popolo

El origen del nombre de la plaza deriva probablemente de la decisión del Papa Pascual II de hacer construir a espaldas de la muralla una capilla que albergase la imagen sacra de la madonna del popolo (Virgen del pueblo). Actualmente la capilla se ha convertido en una de las iglesias más artísticas de Roma, o sea Santa Maria del Popolo.

La plaza y su puerta son un óptimo ejemplo de “estratificación” arquitectónica, un
fenómeno habitual en la ciudad eterna, que se ha producido por las continuas
alternancias de los pontífices que comportaban modificaciones y reestructuraciones de
las obras en edificios y viarios.
A la plaza se asoman tres iglesias:
La más antigua es la basílica de Santa Maria del Popolo.
Fue erigida en el siglo XI por
el Papa Pascual II, pero posteriormente reconstruida durante el papado de Sixto IV por
Baccio Pontelli y Andrea Bregno entre los años 1472 y 1477, que le dan un aspecto más
renacentista.
Entre 1655 y 1660 el Papa Alejandro VII decidió restaurar la iglesia, para
ello encargó a Gian Lorenzo Bernini, que restauró nuevamente la iglesia, confiriéndole
esta vez una clara impronta barroca que se puede admirar todavía hoy.
Las dos iglesias gemelas, como vienen denominadas Santa María in Montesanto (1675)
y Santa María dei Miracoli (1678), fueron construidas por voluntad de Alejandro VII,
pero los trabajos finalizan únicamente tras la desaparición del pontífice (1667),
renovando profundamente el aspecto de la plaza y constituyendo los dos polos del
Tridente, formado por via del Corso, via del Babuino y via di Ripetta. Los dos edificios,
que confieren a la plaza un aspecto barroco, fueron iniciados por Carlo Rainaldi e
completados por Gian Lorenzo Bernini con la colaboración de Carlo Fontana.
En 1562-1565 Nanni di Baccio Bigio, por encargo del Papa Pío IV, arregla la fachada
externa de la Porta del Popolo. Sucesivamente, en 1655, el Papa Alejandro VII encarga
a Gian Lorenzo Bernini los trabajos para reparar la fachada interna y la cornisa superior.
En 1573, el Papa Gregorio XIII coloca en el centro de la plaza la fontana del Trullo obra
de Giacomo della Porta (actualmente trasladada a Piazza Nicosia), pero en 1589 el Papa
Sixto erige el gran Obelisco Flaminio en el centro de la plaza, de 24 metros de alto,
construido en la época de los faraones Ramsés II y Merenptah (1232-1220 a.C.), traído
a Roma por Augusto y anteriormente situado en el Circo Massimo.
La forma de la plaza asume su configuración actual solo a finales del siglo XIX.
Anteriormente era una plaza con forma trapezoidal que se alargaba hacia el Tridente.
Fue Valadier quién realizó el proyecto de la definitiva transformación. Gracias a su
intervención, la plaza asumió la actual forma elíptica, en la parte central, completada
por una doble exedra, decorada con numerosas fontanas y estatuas, que se extiende hacia la terraza del Pincio y hacia el río Tíber.
En 1818 Valadier eliminó la vieja fontana de Giacomo Della Porta que, bajo el
pontificado del Papa León XII fue substituida por una nueva arquitectura.
En 1823 Valadier reemplazó la vieja fontana con una estructura completamente nueva
posicionando en los cuatro bordes del obelisco muchos leones de mármol de estilo
egipcio, de cuyas fauces surge un chorro de agua que se precipita en una bañera,
situada sobre una breve escalinata sobre la cual se dispone el monumento entero.
A continuación realizó otras dos fontanas posicionándolas en el centro de las paredes
curvas que delimitan la elipsis de la plaza. La estructura de las dos fuentes es igual: una
amplia bañera a nivel de calle como base de un muro tan largo como el diámetro de la
bañera misma, en la cual el agua desborda de un cuenco semicircular en forma de
concha apoyado al mismo muro, que a su vez se llena con el agua que, saliendo del
muro, llena otro pequeño cuenco. En la parte superior de la pared de cada fontana, para
cada extremidad, una pareja de delfines con las colas enroscadas, mientras en el centro
un grupo de estatuas constituye la única diferencia entre las dos obras. En la fontana
occidental, la del lado del Tíber, sobre un grupo de rocas una estatua de Neptuno
flanqueada por dos tritones con otros tantos delfines. En la oriental, en el lado del
Pincio, el grupo de rocas sujeta la estatua de la diosa Roma, flanqueada por las estatuas
sentadas del Tíber y del Aniene, entre los cuales, a los pies de la diosa Roma, la loba
capitolina que amamanta los gemelos.
La configuración y la amplitud de la plaza se prestan a albergar varias manifestaciones,
ya sean políticas o conmemorativas, de hecho gran parte de la plaza es a menudo
ocupada por estructuras temporales.
Desde hace algún año se desarrollan
manifestaciones recurrentes de carácter anual como "el carnaval romano" y el "fin de
año chino"....de bien seguro bastante más festivas que las tristes condenas a muerte que se llevaban a cabo durante el reinado pontificio, como la tristemente famosa decapitación de los carbonarios Angelo Targhini e Leonida Montanari, ocurrida el 23 de noviembre de 1825.

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